Fue elaborado por el monje lebaniego homónimo, basándose en las descripciones aportadas por San Isidoro de Sevilla, Ptolomeo y las Sagradas Escrituras.
La tierra se divide en tres continentes: Asia (semicírculo superior), África (cuadrante inferior derecho) y Europa (cuadrante inferior izquierdo), que corresponden a los descendientes de los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, respectivamente.
En la costa meridional del continente asiático se sitúa la India, enorme territorio atravesado por tres ríos de nombre Indo, Ganges e Hipane.
Es abundante en hombres de color oscuro, elefantes, rinocerontes, especias y piedras preciosas, como los rubíes, las esmeraldas o los diamantes.
Sus tierras están bendecidas por el viento del oeste, Favonio, y por ello dan dos cosechas al año.
Allí se sitúan los montes del Oro, cuyo acceso está vedado a los humanos por grifos y dragones.
Entre las ciudades más importantes de esta región pueden citarse Ur, cuna del patriarca Abraham, así como Erech (Uruk), que fue fundada por Nimrod.