Para Raymond Cazelles, antiguo conservador del museo Condé, los hermanos Limbourg comenzaron a trabajar en Las muy ricas horas en 1410; mientras que para Patricia Stirnemann, investigadora del Institut de recherche et d'histoire des textes, un pequeño detalle del texto indicaría que su redacción fue comenzada recién en 1411.El inventario realizado tras su fallecimiento menciona al manuscrito en varios cuadernos organizados en una caja, estimando su precio en 500 libras turonenses; que, en comparación a las 4.000 libras de las Grandes Horas, sigue siendo una suma bastante alta para un manuscrito incompleto.Según el historiador del arte italiano Luciano Bellosi, el manuscrito fue completado por un pintor que lo habría intervenido en la década de 1440.La presencia de un pintor intermedio anterior a la mitad del siglo ha sido consensuado por la historiografía moderna.Desde entonces, se suele atribuir a Barthélemy Van Eyck, pintor oficial del rey de Provenza, las modificaciones en el manuscrito.Sin embargo, esta atribución a Van Eyck ha sido criticada por varios especialistas.Se añade que Van Eyck, recién activo desde 1444, no pudo haber tenido en sus manos el manuscrito, según Reynolds.Para la historiadora del arte Inès Villela-Petit, este problema de datación se explica por el hecho que los dibujos del calendario ya habían sido dibujados en gran parte por los hermanos Limbourg, pero sin colorear.Posteriormente, el texto habría pasado al soldado italiano Ambrosio Spinola, que sirvió a la Corona española en los Países Bajos hasta su muerte, en 1630.Cada sección fue dispuesta probablemente al iniciarse el libro, con cuatro de estas hojas dobles, o dieciséis páginas.Solo 20 de las 31 secciones aun siguen esa forma, mientras que las otras 11 se han reducido o aumentado.El manuscrito tiene 66 miniaturas grandes que cubren la totalidad del folio y que dejan solo tres a cuatro líneas de texto; y 65 pequeñas, insertadas en una de las dos columnas del texto.[12] Según su análisis, corresponderían a: Contrariamente a la percepción inicial, el manuscrito no es el resultado de un programa establecido de antemano y dirigido por un maestro según instrucciones preestablecidas.[12] Los pintores de letras capitales y bordes han sido mencionados por Stirnemann por nombres convencionales para distinguirlos o aproximarlos a otros pintores de manuscritos.Por lo tanto, el Maestro del Breviario de Juan sin Miedo se aproxima al pintor del breviario realizado para Juan I de Borgoña entre 1413 y 1415.[16] Los Maestros KL son nombrados por las iniciales "K" y "L" en el texto de los calendarios.