Manuel María González López

Participó en 1919 en la II Asamblea Nacionalista, solicitando que se añadiese al programa de las Irmandades da Fala la neutralidad religiosa.

Como militante del Partido Republicano Radical-Socialista asistió al pacto de Lestrove.

Aparentemente fue llevado por los militares rebeldes al interior del Alcázar de Toledo como rehén durante el sitio, pero luego se comprobó que había entrado voluntariamente.

Según el coronel sublevado José Moscardó, que comandaba a los atrincherados en el Alcázar, González López estaba implicado en la conspiración golpista.

El coronel Moscardó le firmó un certificado de lealtad a la causa rebelde.