Manuel Estrada Manchón

Su actitud progresista, así como su interés en la literatura y en la filosofía, dieron un sesgo de crítico intelectual a su desempeño.

Al igual que otros militares de la época, aunque en su caso por un breve lapso, Estrada perteneció a la masonería.

[1]​ Al comienzo de la Guerra civil, fiel a la República, es nombrado Jefe del Estado Mayor Central por Largo Caballero.

Interesado en la inteligencia militar y en la estrategia, durante la Guerra Civil Estrada se sitúa en el Palacio Real, desde donde dirige diversas operaciones en la defensa de Madrid.

[4]​ La información suministrada por Estrada al mando republicano sobre el bando enemigo fue de elevada fiabilidad.

Estrada mantuvo una destacada actividad cultural y política en el Ateneo Español de México.

Durante la Guerra Civil, opta por afiliarse al Partido Comunista Español, cuya mejor organización le convence por un breve periodo.

La firma del tratado de no agresión entre Hitler y Stalin le lleva a renunciar al PCE, constatando que ningún asesor soviético durante la guerra hizo crítica alguna a dicho acuerdo (ESTRADA, s/f, ca.

Junto con su asistente, capitán Luis Aransay, entrega secretamente dicho acervo al simpatizante republicano español radicado en Burdeos, Leandro García, a quien pide conservar los archivos y devolverlos a España al retorno de la democracia.

Durante la Segunda Guerra Mundial dichos documentos recorren subrepticiamente distintos puntos del territorio francés -de Pau a Orleans- preservándose del franquismo y sus aliados -Pétain y los militares nazis- gracias a una auténtica gesta.

Dichos archivos volvieron a España en 1989 y son hoy parte del Centro Documental de la Memoria Histórica, en Salamanca.

En México, escribe para la revista Tiempo artículos de análisis sobre la situación militar en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

Según Julio Bracho, "el libro estaba dirigido a los españoles que en aquel momento se encontraban en el exilio o incluso en la resistencia dentro de España.