La historia familiar lo sitúa como figura administrativa de sus bienes y negocios.
Junto a su actividad empresarial, comenzó su carrera política como diputado en Cortes en 1867, al final del reinado de Isabel II.
La familia tuvo que huir por el tejado y decidió abandonar España, situando su residencia en París.
En 1888 emprendió junto a su madre acciones judiciales para incapacitar a su hermano Martín Larios por un caso de locura, que resultó en que a la muerte de Manuel el título de marqués recayera en su sobrino José Aurelio Larios y Larios.
[7] Ocupó el cargo de senador vitalicio en 1893 hasta su fallecimiento en 1895 en París, sin descendencia.