Fue ordenado sacerdote en la Arquidiócesis de Caracas por el arzobispo Mons.
Juan Bautista Castro, el 17 de abril de 1904 y realizó su ministerio sacerdotal en Cumaná, Venezuela desde 1906 hasta 1912 y posteriormente en la ciudad de Camagüey, Cuba hasta 1915.
En 1916 fue nombrado canónigo magistral del cabildo habanero.
Fue creado Cardenal por el papa Pío XII en el consistorio del 18 de febrero de 1946, recibió el capelo y el título en la basílica de San Lorenzo in Lucina el 28 de ese mismo mes, convirtiéndose en el primer miembro del Colegio cardenalicio nacido en Cuba.
Sus restos descansaron junto al altar mayor de la Catedral de La Habana y luego fueron trasladados a la Necrópolis de Cristóbal Colón donde recibió sepultura en la tumba que había mandado a construir varios años antes muy cerca de la capilla central del cementerio.