Manuel Antonio Campuzano y Peralta

Estuvo en Guatemala y allí hizo fortuna, asentándose en Santander al regresar a la península.El lazo con los Peraltas segovianos era así muy estrecho al casar padre e hijo con dos de ellas, parientes.El mismo año de su muerte, en 1786, hizo pagos a otros nobles por los censos que tenían sobre sus estados, como el que hizo al marqués de Vallecerrato, Manuel Joaquín Cañas y Acuña.[2]​ A tenor de diversos documentos, Mansilla siempre tuvo muchas deudas.[4]​ La encuadernación de los libros con esta procedencia es, muy mayoritariamente, en una pasta granitada o moteada sencilla con someros nervios en la lomera y un tejuelo rosa.Esta, su madre, vendió la biblioteca al rey según se dice en el mismo: "...la Librería, que la ha vendido mi señora madre después de la muerte de su Esposo y mi Padre, a nuestro Augusto Soberano el Señor Don Carlos Quarto en ocho mil Ducados, que porque sin duda balía mucho más la gratificó S.M.[9]​ El que estos libros no se hallen hoy en la Real Biblioteca debió deberse sin duda a que ya existían esas ediciones en la misma, caso de las dos mencionadas.