Las mamaconas o mamakuna era la suma sacerdotisa que instruía y vigilaba a las ñustas, acllas o «vírgenes del Sol» durante el Imperio inca para que se dedicaran a la religión o al estado inca.
[1]Por extensión se llama también así al edificio en el que se recluía a las muchachas[2] y a la institución de enseñanza en general.
El Inca Pachacútec parece haber difundido la educación femenina en todo el ámbito del Tahuantinsuyo.
A la mujer se le preparaba para la vida doméstica o el sacerdocio, por lo que las mamacunas enseñaban a las acllas la religión incaica, el canto, la danza, la textilería, la alfarería, la cocina y la preparación de chicha.
[4] Esta educación tiene también un sentido de casta y matices peculiares, porque es la preparación de una élite característica y otra de tipo menor, doméstica, forjada a través del ejemplo y experiencia cotidianas.