Malina (novela)

La narradora quiere sentirse feliz y segura cuando está cerca de él.

Aunque Iván le devuelve su amor, muchas veces tiene poco tiempo (viajando al extranjero) y no responde demasiado a su fuerte emocionalidad y a los problemas psicológicos que son cada vez más comunes.

Cuando Ivan no está allí, habla con su coinquilino Malina, un historiador militar tranquilo y ordenado.

Esto lo sugieren, por ejemplo, sus reflexiones sobre el secreto de las cartas al comienzo del capítulo.

No tiene nada con qué contrarrestar el lenguaje y las normas de un mundo dominado por hombres.

Ivan es nativo de Hungría, “hace un trabajo regular” y trabaja en el sector financiero.

Él no sabe manejar su excesiva sensibilidad y tampoco responde a su emocionalidad.

A diferencia de Iván, ella no vive su relación como una maldición, sino como una bendición.

“Cuando Iván empiece a curarme, las cosas ya no podrán estar tan mal en la tierra.” Pero en realidad ocurre todo lo contrario.

Con cada humillación y rechazo, pierde una parte de su identidad hasta que los problemas psicológicos se vuelven inevitables.

La propia Bachmann describió su novela “explícitamente como una autobiografía, pero no en el sentido tradicional.

[8]​ El libro fue reseñado en Publishers Weekly en 1991: "Este trabajo exigente contiene destellos de gran belleza y perspicacia, pero en última instancia se ve empañado por la prosa críptica y fragmentada de Bachmann y la línea argumental internalizada que se basa enteramente en las respuestas emocionales del narrador a eventos transmitidos sólo indirectamente a el lector.