Insultó a Jesús y no se arrepintió de sus pecados, a diferencia del Buen Ladrón (San Dimas), que sí lo hizo y obtuvo en recompensa la promesa de ir al Paraíso aquel mismo día.
Por este motivo, con frecuencia las representaciones de la crucifixión muestran a Jesús con la cabeza inclinada hacia el lado derecho.
La Virgen María bendice a Tito y el propio Jesús profetiza que ambos forajidos serán crucificados.
[5] En la Iglesia Ortodoxa Rusa, tanto las cruces como los crucifijos se representan con tres barras horizontales, la más alta es el Titulus crucis (la inscripción que Poncio Pilatos mandó poner sobre la cabeza de Cristo en latín, griego y hebreo: "Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos"), la segunda más larga representa el madero sobre el que fueron clavadas las manos de Jesús y la más baja, oblicua, señala hacia arriba al Buen Ladrón y hacia abajo al Mal Ladrón.
Ambos suelen estar atados a la cruz en lugar de clavados y no tienen los brazos extendidos sino flexionados.