Los intentos violentos y judiciales de Magnus para recuperar el ducado fracasaron.
En 1550 Francisco I buscó ejercer influencia para obligar al capítulo catedralicio del vecino Principado-arzobispado de Ratzeburgo para elegir a su hijo de siete años Magnus como el próximo príncipe obispo.
Erico XIV estuvo en guerra contra su primo común el rey Federico II de Dinamarca.
En este conflicto, que acabó convirtiéndose en la guerra de los Siete Años (1563-1570), Magnus progresó hasta hacerse con el mando supremo sueco en 1566.
Más que redimir esos territorios, sin embargo, Magnus, más tarde enajenó posesiones ducales, por ejemplo vendiendo la expectativa a los estados empeñados del bailío (Amt) de Tremsbüttel al duque Adolfo de Holstein-Gottorp.
Al año siguiente, Magnus alquiló, entre otros, a tropas holandesas para que conquistaran Sajonia-Lauenburgo por la fuerza.
Invadió y saquósaqueó Ratzeburgo a principios de octubre pero se retiró cuando su hermano Francisco (II), un experimentado comandante militar, y el duque Adolfo de Holstein-Gottorp, Coronel del círculo (Kreisobrist) del Círculo de la Baja Sajonia, llegó con tropas.
Magnus huyó a sus heredades en Uppland en 1574, desplegando ahí violencia, promiscuidad y brutalidad.
[3] La violación de la primogenitura, sin embargo, dio pie a que el próximo duque fuera considerado ilegítimo.