Magni nobis
[4] En 1789 el papa Pío Vi, mediante el breve Ex hac Apostolicae, erigió en Baltimore la primera diócesis en Estados Unidos[5], desde esa fecha y a lo largo del siglo XIX, sobre todo debido a la inmigración europea, aumentó considerablemente el número de católicos.[7] En 1882, el obispo John Lancaster Spalding[8] viajó a Roma para obtener del papa León XIII el apoyo para la universidad.[7] El papa comienza la encíclica manifestando su alegría ante el cuidado que están poniendo los obispos para asegurar una formación de los fieles conforme con la fe.Con estas palabras el papa se refiere a la universidad que el episcopado americano ha promovido en Washington.Por otra parte, prescribe que no se deben fundar otras instituciones de este tipo sin haber consultado antes a la Sede Apostólica.