En la cara oeste se abrían hacia el pórtico del foro seis estancias destinadas al intercambio de divisas.
[3] Una zona de especial interés para los investigadores es la que está situada en el lado este, formada por tres estancias.
[9] La fachada difería de la del edificio definitivo, puesto que estaba situada más hacia delante y próxima al foro.
El mercado al aire libre estaba pavimentado con baldosas de piedra pulida y compactada.
En las habitaciones del lado este, el mortero estaba mezclado con trozos de ladrillo, llamado opus signinum.
En la zona del mercado descubierto el empedrado permaneció en uso hasta el 62, mientras que en los espacios interiores fue gradualmente sustituido por opus signinum.
[5] El edificio es de planta rectangular y su acceso se producía por tres entradas distintas: las dos principales estaban emplazadas una en el centro del lado oeste, mirando hacia el foro, y otra en la cara norte, hacia la vía de los Augustales.
El tercer acceso de servicio era lateral, estaba situado al sudeste y solo podía alcanzarse utilizando una escalera pequeña.
[6] Los muros perimetrales, parcialmente reconstruidos tras el terremoto del año 62, se ejecutaron con opus reticulatum enmarcados por pilastras de ladrillos realizados con toba volcánica.
Entre cada panel individual se reprodujeron unas vistas arquitectónicas de edificios en verde y rojo pálido sobre un fondo blanco.
[4] En la parte superior, sobre un fondo azul, se puede apreciar a una joven con útiles para el sacrificio y un sátiro tocando el aulós.
Las únicas huellas reconocibles que quedan son una zanja de agua y las marcas del lugar donde se levantaban las columnas.
El muro izquierdo del acceso alberga un pequeño nicho bajo el cual apareció una pintura que representaba a dos serpientes.
[6] Se han encontrado además algunas ánforas, alimentos como castañas, higos, legumbres, pan, pasteles, uva y otras frutas en frascos, conservados todos en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
[3] Actualmente estos habitáculos se emplean como almacén de diversos esqueletos pertenecientes a la Edad del Bronce[10] y otros hallazgos.
Sin embargo, las excavaciones del arqueólogo Amedeo Maiuri demostraron que el espacio tenía una función distinta.
[22][10] Los doce podios sujetaban unos mástiles de madera, que estaban anclados por sus bases y empotrados en el terreno.
La sala del centro estaba dedicada al culto de la familia imperial,[5] motivo por el cual en algunos libros este espacio es denominado el sacelio o capilla.
El interior era muy sencillo en comparación con el resto del edificio, con una decoración en estuco que se perdió tras la erupción, excepto unos pocos fragmentos.
[25] Al principio se creyó erróneamente que eran las imágenes de Marco Claudio Marcelo y Octavia la Menor.
[27] En el recinto se encontró además un brazo con un globo en su mano, que tal vez pertenecía a la estatua de un emperador.
[26] La figura masculina se representa con cabellos cortos, desnuda y con solo un paño que le ciñe la cintura.
Sujetaba una espada con su mano derecha y en la cabeza presenta dos agujeros, que tal vez se utilizasen para fijar una corona de bronce.
El personaje masculino, que probablemente habría fallecido en la época en la que la estatua se erigió, se habría personificado de forma exageradamente heroica de forma similar al emperador, con las caderas cubiertas y el torso desnudo.
[31] Dado que otros edificios del foro estaban dedicados al culto de los dioses, probablemente en este lugar solo se honraba a los genios.
[4] En el interior puede observarse un pequeño altar situado a la derecha de la estancia, al que se accede subiendo tres escalones.
[34] Junto al muro sur también se adosa un podio recubierto de mármol, cuya función permanece desconocida.
Por su parte, Nissen propuso que el podio podría haber servido para colocar encima las imágenes de los lares.
Al igual que en el recinto anterior, la entrada está dividida en tres partes por medio de dos columnas.
Toda la repisa estaba ligeramente inclinada, de forma que el líquido podía ser conducido hacia el exterior.