Lupercal

El Lupercal era una cueva, convertida luego en santuario, donde los antiguos romanos veneraban al dios Luperco (en latín, Faunus Lupercus).

Originalmente, el Lupercal era una simple cueva al pie del Palatino.

[1]​ Según la tradición, el Lupercal es el lugar donde el pastor Fáustulo encontró a los gemelos Rómulo y Remo después de que los hubiesen abandonado metidos en una cesta.

Los arqueólogos siguen buscando todavía la entrada de la cueva[4]​[5]​[6]​ bajo el Palatino, en los alrededores del palacio o casa de Augusto (en latín, domus Augusti, que no debe confundirse con la domus Augustana).

[12]​ Ya el historiador romano Veleyo Patérculo lo sitúa al pie del Palatino.