Las lámparas utilizadas para la iluminación suelen etiquetarse con su salida de luz en lúmenes; en muchas jurisdicciones esto es requerido por la ley.
Muchas lámparas fluorescentes compactas y otras fuentes de luz alternativas se etiquetan como equivalentes a una bombilla incandescente con una potencia específica.
El Instituto Nacional Estadounidense de Estándares (ANSI, por sus siglas en inglés) ha establecido un procedimiento normalizado para determinar dicha potencia, que consiste en promediar varias mediciones tomadas en diferentes posiciones y calcular un valor medio.
En primer lugar, el proyector se configura para mostrar una imagen en una sala a una temperatura de 25 grados Celsius (77,0 °F).
Esta media se multiplica por la superficie de la pantalla para obtener el brillo del proyector en «lúmenes ANSI».
Su medición se efectúa usando un patrón con un 10 % a un 20 % de la imagen en blanco (en el centro), y el resto en negro.