Típicamente, se utilizan tres tubos de rojo, verde y azul para producir tres imágenes diferentes que deben superponerse perfectamente a fin de obtener una imagen en color.
[2] La superposición de imágenes se realiza mediante lentes.
Existen varios diseños de lentes, entre los que se incluyen las lentes «directas» a CRT y las Schmidt-CRT.
Los retroproyectores de vídeo a CRT se usaron mayoritariamente durante la década de 1980-1990, especialmente en el ámbito profesional, debido a su elevado precio.
[3] En esa década comenzaron a aparecer los proyectores LCD —mucho más pequeños y económicos— que dejaron obsoletos a los CRT.