En la década de 1970 junto con Álvaro Colom fundaron una maquila que administraron durante ocho años y luego abrió la boutique Emilio, la cual se dedicaba a vender trajes de moda a los empresarios y políticos guatemaltecos.
[2] En este último intento, se vieron movimientos de tropa desde bases del interior del país pero las asonadas fracasaron; al investigar los orígenes del complot, se descubrió que Luis Mendizábal, quien ya se había refugiado en El Salvador era uno de los autores intelectuales.
Mendizábal también participó en el Comando Antisecuestros creado por Espinosa Contreras, grupo seriamente cuestionado por violaciones a los derechos humanos.
Durante la investigación y el juicio a los militares, el periodista Mario David García Velásquez atacó sin tregua al equipo de la ODHAG, y su programa radial Hablando Claro, sirvió de altavoz a las hipótesis fabricadas por «La Oficinita».
[2] La versión de Mendizábal sobre su participación era que él tenía que repartir el video porque era una misión encomendada por su amigo Rodrigo, quien, enfrentado al poder sin límites del Estado, presentía su asesinato.
Sin embargo, el expresidente Álvaro Colom tiene otra explicación y sugiere que todo se debe a la frustración de Mendizábal por haber perdido el negocio de los pasaportes.
Velásquez explicó con detalles cómo lograron establecer que Francisco Javier Ortiz –alias «Teniente Jerez»– se contactó con Luis Mendizábal para comenzar a buscar el dinero y a los abogados que tramitarían las acciones para dejarlos en libertad.