[1] En este ajedrez de intereses, Londres, a propósito del ataque de Bonaparte a países aliados de Gran Bretaña, buscaba restar aliados al emperador para sumarlos a la coalición antifrancesa; aliados que hasta hacía poco habían oscilado entre uno y otro bando, casos España al oeste, y Rusia al Este europeo.
Tal intransigencia llevó a Bolívar a manifestar al ministro británico que Venezuela aceptaba la mediación si ella no entrañaba el reconocimiento del Consejo de Regencia, sobre cuya legitimidad los venezolanos tenían serias objeciones”.
El primer ministro Wellesley y los venezolanos acordaron “dejar en Londres un delegado que ‘sacudiese la opinión’.
Las negociaciones llegaron bastante lejos, e incluso redactaron un proyecto de constitución monárquica; como el mismo príncipe se negó, planearon secuestrarlo para coronarlo en Buenos Aires.
Sin embargo, en 1822 fue nombrado agente diplomático ante las cortes de Francia, Países Bajos y Ciudades hanseáticas.
[2] Viajó a Lima en 1826 y, al año siguiente, López Méndez se sumó a la conspiración del coronel José María Bustamante, opuesto al proyecto bolivariano de creación de Bolivia.