Su curiosidad le llevó a saber de pintura, música, medicina y hasta astronomía.
La tradición le adjudica un carácter apasionado y una vida amorosa tormentosa.
Su padre dispuso su casamiento con Francisca de Vera y Aragón, noble dama oriunda de La Rioja, otra ciudad del actual territorio argentino.
El matrimonio se celebró en 1624 y tuvo diez hijos: dos varones, Luis Tristán que fijó su residencia en La Rioja, José que acompañó al poeta y ocho mujeres, dos de ellas monjas carmelitas y una monja del Convento de Catalinas.
Destacándose además en las campañas al Chaco, Tucumán y Río Cuarto.
Por algún tiempo se dedicó a la vida familiar, pero nuevamente su pasión volvió a enredarlo en aventuras, que luego traerán dolor y arrepentimiento, tal como lo describe en Romance de su vida, un largo poema escrito casi completamente en metro romance.
Durante esta última etapa conventual escribió toda la obra que se le conoce hasta la actualidad.
La obra de Tejeda es redescubierta a principios del siglo XX por los primeros estudiosos de la literatura colonial en Argentina como Ricardo Rojas y Pablo Cabrera.
Se tiene noticia además de que pudo haber escrito obras dramáticas, pero la búsqueda de estos textos ha resultado infructuosa hasta ahora.
-(1994) Casos y ejemplos (Edición de Oscar Caeiro).
Caturelli, Alberto (1976) El neoplatonismo cristiano en Luis de Tejeda.
Córdoba: Dirección de Historia, Letras y Ciencias.