1428-1461) fue un pintor gótico español,[2][3] introductor del estilo hispanoflamenco en la Corona de Aragón.
[16] Firmado «SUB ANNO MCCCCXLV PER LUDOVICUM DALMAU FUIT DEPICTUM», la aparición de la firma en el siglo XIX hizo posible el reconocimiento de la valía artística del pintor.
[4] Superando los estilemas del gótico internacional y a pesar de que el contrato establecía que los fondos debían ser de oro, Dalmau iba a sustituir por vez primera el fondo dorado por un paisaje visible en la lejanía, bajo arcos y tracerías góticos, rasgo de modernidad contrarrestado por alguna incoherencia en la creación del espacio.
La tabla central, única conservada en su lugar aunque mucho tiempo oculta bajo repintes barrocos, muestra en pie y de cuerpo entero al santo diácono, sobre un enlosado en perspectiva magistralmente resuelto, pero con abundantes oros en fondos y dalmática propios de un estilo anterior y ya superado en la Virgen dels Consellers.
[19] A este mismo retablo perteneció otra tabla con la Decapitación de san Baudilio.