En enero de 1981, ya bajo la restauración democrática, fue nombrado inspector general del Ejército.
Eran los días del inicio de la violencia terrorista desatada por Sendero Luminoso.
De su paso por dicho ministerio, que duró hasta principios de 1983, se recuerda especialmente sus declaraciones a la prensa sobre cómo acabar con el terrorismo, lo que fue muy criticada por la sociedad peruana.
[7] Sin embargo, el vaticinio de Cisneros sobre el fin de Sendero Luminoso no se cumplió por el momento; es más, se sabe ahora que fue la desmesurada represión militar lo que atizó más a la violencia senderista.
Cisneros culpó al asesor presidencial, Vladimiro Montesinos y a los generales Nicolás Hermoza Ríos y José Luis Pérez Documet de las muertes de civiles.
Cisneros participó también como candidato al Congreso de la República en los comicios parlamentarios; sin embargo, no resultó elegido.
[11] Cisneros siguió protestando contra el régimen fujimorista y denunció el fraude electoral realizado por el Servicio de Inteligencia Nacional.