Luis Agote

En 1914 fundó el Instituto Modelo de Clínica Médica del Hospital Rawson, donde llevó a cabo un vasto programa de investigación, enseñanza profesional y asistencia a enfermos.

Ese mismo año publicó el trabajo “Nuevo método sencillo para realizar transfusiones de sangre”.

Desde tiempos remotos se creyó que la sangre era factor de salud y fuerza, y en algunas culturas se daba a beber sangre humana para vigorizar o reanimar enfermos.

En 1667 el científico francés Jean Baptiste Denys hizo una transfusión a un ser humano usando sangre de carnero, provocando su muerte inmediata.

[3]​ Las transfusiones directas todavía se practicaban a comienzos del siglo XX porque era imposible conservar la sangre extraída inalterada para su posterior uso.

La trombina, a su vez, no está naturalmente presente en la sangre, se genera a partir de una sustancia precursora, la protrombina, en un proceso en que intervienen las plaquetas, algunas sales de calcio y sustancias producidas por los tejidos lesionados.

Esta sustancia, además, era tolerada y eliminada por el organismo sin causar grandes problemas ulteriores.

Tres días después el enfermo, totalmente restablecido, fue dado de alta.

El periódico estadounidense New York Herald publicó una síntesis del método de Agote y percibió sus proyecciones futuras, afirmando que tendría muchas otras aplicaciones además del tratamiento de hemorragias agudas.

El belga Albert Hustin (Academia de Ciencias Biológicas y Naturales de Bruselas, Bélgica, el 27/3/1914) y el estadounidense Richard Lewisohn (Mount Sinai Hospital, Nueva York, EE.

[2]​ En todo este despliegue, sin acaloramientos, el tecnólogo argentino se limitó a señalar objetivamente fechas y procedimientos.

Probablemente se trató de investigaciones independientes que dieron su fruto en forma más o menos simultánea.

Primera transfusión de sangre citratada: Hospital Rawson, 9 de noviembre de 1914.
Sepulcro del Dr Agote en la Recoleta .