Trasladado Luciano Puga a Madrid, obtiene el título de Doctor por la Universidad Central en 1867, leyendo una tesis que llevaba por título "¿Conviene que siempre y en todos los casos sea una misma la porción legítima de los hijos ó descendientes legítimos?".Ha de tenerse en cuenta que en 1860 falleció la condesa de Ximonde, Jacoba Cisneros Puga, sin descendencia, dejando como heredero universal, salvo en los bienes vinculados, a su pariente Manuel María Puga Feijoo, del cual Luciano Puga era el único hijo varón.Luciano Puga fue un abogado destacado, actividad que compatibilizaba con su actuación política.Al mismo tiempo la citada autoridad religiosa dictó un edicto en que se condenaba la obra por contener «proposiciones heréticas, blasfemas, escandalosas y algunas que merecen otra censura».En primer lugar en la separación entre la Iglesia y el Estado, en segundo lugar en ser atípica la conducta, por inexistencia de escarnio, y en tercer lugar, en que la expresión "Que o demo me leve" no tiene en gallego el mismo sentido que en castellano, equivaliendo simplemente a ¡Parece mentira!En La Habana recibió la visita de su hijo Manuel María Puga y Parga, que tuvo un incidente con un prohombre local que desembocó en un duelo, afortunadamente sin consecuencias.En 1895, tras el regreso de los conservadores al poder, es nombrado Fiscal del Tribunal Supremo.Se presentaron al canje 29.631.165 pesos nominales en billetes y fueron cambiados por 12,1 millones en efectivo.Los dos millones y pico que faltaban hasta completar los 32 en circulación se había perdido, quemado o deteriorado.[10] Sin embargo, la etapa cubana de Luciano Puga tuvo consecuencias fatales para su familia: allí (en La Habana) murió su primera esposa, Dña.Por ello en 1896, ya bajo la Presidencia del Consejo de Cánovas del Castillo, y siendo Ministro de la Guerra el General Azcárraga, se creó una Octava Región Militar para Galicia, y la Séptima Región Militar incluyó tan sólo Castilla la Vieja.Este nombramiento, que constituyó prácticamente su última actividad profesional, la cúspide de su carrera antes de su fallecimiento en 1899, fue muy bien acogido, publicando la revista La Ilustración Española y Americana un comentario laudatorio: "Podemos decir que en esta ocasión la elección no ha sido cual otras, por haber recaído en una persona que, aparte de sus apasionamientos políticos, ha ejercido la profesión desde sus primeros años, tan luego como se recibió de Abogado".Por la misma época otro compostelano, Eugenio Montero Ríos, asumió el cargo de Presidente del Tribunal Supremo.En sus tres Memorias anuales elevadas al Gobierno, Luciano Puga se muestra reticente a la institución del jurado, reflejando las diatribas de los Fiscales Jefes contra una institución casi imposible en aquella España de nula tradición cívica y democrática.Dice, en la Memoria de 1895, que «al estudiar yo ahora, con más detenimiento que antes lo había hecho, el fruto de esa labor religiosamente continuada siempre con esmero y elevación de miras durante trece años que lleva rigiendo el precepto legal que la establece, reconozco que a ésto es debido el que exista (…) un precioso cuerpo de doctrina jurídica altamente beneficiosa, en cuanto traza líneas de conducta seguras á los funcionarios fiscales del Reino, siendo en tal concepto el elemento más poderoso y eficaz para fortalecer la unidad de criterio y de actuación, y no menos útil por las dudas que disipa sobre puntos no resueltos por la jurisprudencia, contribuyendo á crear prácticas uniformes y á difundir un espíritu amplio, expansivo y sanamente liberal en la interpretación de las leyes.» El año siguiente, 1896, el Fiscal del Tribunal Supremo destaca la necesidad de someter las memorias a criterios uniformes.Añadiendo «viva está la memoria del gran estadista español,víctima de la perfidia y la traición, que como únicas armas esgrimen esos feroces sectarios del horror y de la maldad».Su hija María de la Concepción, que falleció a los veinte años por una enfermedad contraída durante su estancia en Cuba, fue la famosa Mariquiña, que inspiró el poema de Curros Enríquez, "Adiós Mariquiña", poema que en realidad se titula "A Mariquiña Puga.Despedida", y que escribió el poeta, después de haber sido defendido por su padre, y con ocasión de que toda la familia, incluida Mariquiña, se marchase a Cuba.Se trata de la famosísima balada a la que el maestro compostelano José Castro González (Chané) pondría música: "Como ti vas pra lonxe / i eu vou pra vello, / un adiós, Mariquiña, / mandarche quero”.
Plaza de Azcárraga, en La Coruña, con el edificio de la Capitanía Militar al fondo.
Tribunal Supremo (Madrid), donde fue Fiscal Luciano Puga desde 1895 a 1897