Louis Jean Malvy fue Ministro del Interior durante la Primera Guerra Mundial.
Y esperando ser apoyado, Malvy solicitó que se instruyera una comisión con el fin de juzgar sus actos.
[7] Pero finalmente fue arrestado por orden de Clemenceau, al igual que Joseph Caillaux.
Malvy partió al exilio en España, pero en 1924 fue amnistiado y volvió a Francia.
En los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial, Louis-Jean Malvy, quien se oponía al Front Populaire (pacifista), y junto al Ministro Georges Bonnet, propiciaba una paz separada con Mussolini.
Pero en su momento también apoyó el Tratado de Múnich firmado por Adolf Hitler, Benito Mussolini, Édouard Daladier, y Arthur Neville Chamberlain.
Debió sufrir un odio feroz alimentado tanto por el Partido Comunista Francés como por los sectores de extrema derecha.
Louis-Jean Malvy fue para la izquierda como una caución departamental, y en ese tiempo a veces de alguien se decía: « Ce n'est pas un mauvais homme, dommage qu'il ne ressemble pas davantage à Malvy » ("No es un mal hombre, pero lástima que no sea más parecido a Malvy").