Clemenceau[3] publicaba diariamente su editorial, y en ellos no cesaba de advertir a Francia y a sus compatriotas, del peligro que se corría por la amenaza alemana (« Pour la défense nationale », 21 de mayo de 1913; « Vouloir ou mourir », mayo 24; « Ni défendus ni gouvernés », julio 15; etc.).
J'en ai vu pleurer, qui ne seront pas des premières rencontres.
Desde sus editoriales, Clemenceau reprocha al ministro Louis Malvy [6][7][8] por no haber arrestado a los militares fichados con el « carnét B », mientras que la mayoría de la izquierda socialista se alineaba con la Union sacrée.
La redacción era reducida, y compuesta únicamente por fieles a Clemenceau: Gustave Geffroy, Georges Mandel, Auguste Bernier.
Y en cuanto a Charles Muller (1877-1914), corresponde decir que fue su crítico dramático.