Fueron colocados en 1304 para delimitar la frontera entre las coronas de Castilla y Aragón.
Los Mojones del Reino, conocidos popularmente por "Los Pinochos", posible derivación del término "pinacho", han sobrevivido al paso del tiempo y en la actualidad, más de siete siglos después, marcan el límite entre las provincias de Murcia y Alicante, Región de Murcia y Comunidad Valenciana.
Esta sentencia fue confirmada un año más tarde en el Tratado de Elche.
Los monolitos han tenido que ser restaurados en varias ocasiones debido a las inclemencias del tiempo y a que se encuentran en una vía con mucho tráfico.
Esta última restauración no fue nada rigurosa, ni respetuosa con el monumento, puesto que no deja ver la piedra original, prácticamente consistió en un enlucido de cemento, y hasta se desplazó uno de los monolitos de su emplazamiento original para hacer la carretera más ancha.