El objetivo era presentar este nuevo modelo a la Aviación Militar, ya que esta había decidido seleccionar un segundo avión de reconocimiento complementario del Breguet 19, que fabricaba CASA bajo licencia.
El Loring R-III compitió en este concurso con el Potez 25, presentado por Hispano Suiza para su construcción bajo licencia.
Los Talleres Loring se situaron por esta época a la cabeza de la industria aeronáutica española.
Sin embargo, las variantes de caza y entrenamiento no llegaron a entrar en producción.
[1] Durante el año 1935 fueron retirados los pocos R-III que permanecían en servicio.