La empresa tuvo un gran desarrollo durante la segunda y tercera décadas del siglo XX.En 2019 la marca fue refundada y presentó, nuevamente en el Salón del Automóvil de Ginebra, un superdeportivo biplaza 100% eléctrico llamado Carmen.Si bien el diseño del automóvil eléctrico terminó en fracaso, abandonándose su fabricación en 1900, Marc Birkigt había estudiado entretanto los coches Benz que representaba la empresa, centrándose principalmente en la parte mecánica.[6] La nueva compañía empezó por acabar los vehículos que habían quedado a mitad del proceso de fabricación.[6] Pero al igual que le ocurrió a su predecesor, las condiciones económicas para continuar con la actividad no fueron las más favorables y el capital se agotó pronto.Cuando la compañía J. Castro se arruina, Francisco Seix Zaya convence a su amigo, el abogado y empresario del sector metalúrgico Damián Mateu Bisa, que a su vez era acreedor de Castro, para que se hiciera cargo de la industria.Damián Mateu también escuchó los razonamientos de Birkigt y se interesó por el futuro del automovilismo.Damián Mateu será el presidente, Francisco Seix vicepresidente y Marc Birkigt el director técnico.[8] En primer lugar, el trabajo se centró en concluir los últimos automóviles Castro que habían quedado pendientes.Además eran lo suficientemente rápidos como para hacerse un hueco en las incipientes carreras de coches y triunfar en múltiples competiciones.Así fue cómo se abrió el camino para que los Hispano-Suiza tuviesen carrocerías diseñadas por los mejores carroceros de España y Europa.[10] Este motor fue creado para rivalizar con los modelos más lujosos de distintas marcas automovilísticas.Entonces, tras un estudio económico de viabilidad, se creaba una sociedad conjunta con Hispano-Suiza en la que ésta aportaba como capital el vehículo y el otro socio su trabajo.Cuando los beneficios repartidos por la sociedad igualaban el monto del vehículo más los intereses, ésta se disolvía.En ese mismo año, la empresa experimenta la sobrealimentación con compresores mecánicos, aunque poco después fracasaron con unos motores con válvulas en cabeza.En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial y la casa Hispano-Suiza tuvo que afrontar una etapa decisiva en su desarrollo.Pero la fábrica francesa tuvo que paralizarse durante la guerra y la española sufrió grandes problemas de abastecimiento, debiendo recurrir al mercado estadounidense.Aunque Hispano-Suiza experimentó por aquel entonces un gran impulso gracias a los beneficios obtenidos en la Primera Guerra Mundial, el gobierno francés presentó una demanda contra la empresa, gravándola con un impuesto extraordinario y arbitrario, argumentando burdamente que durante la guerra había acumulado un gran capital.El vehículo incorporaba además una primicia mundial: los frenos servoasistidos; muy pronto, otras marcas como Rolls-Royce, Renault o General Motors solicitaron la patente a Hispano-Suiza, debido a que este era un sistema eficaz para frenar adecuadamente coches de mucho peso, como las grandes berlinas de lujo.Mientras tanto, en Barcelona se paralizaba casi totalmente la producción en 1919 como consecuencia de las fuertes tensiones laborales.En ella se fabricaron unos pocos automóviles económicos que no incorporaban la bandera de Suiza en el escudo, como el modelo "Guadalajara", un utilitario tipo 24 de 8/10 CV, pero sobre todo se construyeron camiones para uso civil y castrense, cañones y material militar.En el campo de la aviación cabe destacar el vuelo del Jesús del Gran Poder en 1929, un avión Breguet 19 impulsado por un motor Hispano-Suiza de 600 CV, que cruzó el Océano Atlántico desde Sevilla hasta Bahía (Brasil), y poco después, un aeroplano equipado con un motor diseñado por Marc Birkigt realizó un vuelo histórico al recorrer sin escalas el trayecto París-Nueva York.Prueba del crecimiento económico experimentado en Europa durante los años 20 son las dos exposiciones celebradas en España en 1929.Famosos clientes de Hispano-Suiza fueron Guggenheim, Vanderbilt, Rothschild, André Citroën, Edsel Ford, René Lacoste, Cartier, Bacardí, Cointreau, Tissot, Bulova, Albert Einstein o Pablo Picasso entre otros.Miguel asume el mando de la empresa bajo unas circunstancias muy desfavorables en un ambiente prebélico, que desembocaría a los pocos meses en la guerra civil española.En Hispano-Suiza irrumpe el comité de trabajadores revolucionarios que asesinan al administrador, Manuel Lazaleta.Cuando terminó la contienda, Hispano-Suiza recuperó las fábricas de Barcelona y Guadalajara, pero la última estaba completamente desmantelada.El gobierno franquista consideró que la máxima eficiencia en la construcción de camiones solo se conseguiría con una gran empresa nacional y nacionalizada.Hacia 1956 se formaría una pequeña empresa de microcoches basada en unas pocas herramientas y maquinaria que no fue vendida a ENASA, llamada Fábrica Hispano.Acabaron en la 9.ª posición, al ser un mal resultado Xite Energy se separó y en 2022, Hispano-Suiza anunció su continuidad en Extreme E, como patrocinador del equipo Carlos Sainz XE team Acciona;[15] el equipo acabó tercero con 66 puntos.