En la década de 1830, las locomotoras se habían desarrollado en tres tipos básicos, ideados por Robert Stephenson,[1] Timothy Hackworth y Edward Bury.
En aquella época, el efecto del peso de las locomotoras sobre las vías era un problema importante.
Los motores aumentaban de tamaño a medida que se necesitaba más potencia, y por este motivo Robert Stephenson había desarrollado la Patentee, una locomotora con un par adicional de ruedas para distribuir el peso.
Además, sus grandes fogones hacían estas máquinas particularmente adecuadas para utilizar leña como combustible.
En Inglaterra, las distancias eran más cortas y la densidad del tráfico aumentaba, por lo que el mantenimiento de las vías fue mejorando gradualmente.