La litotricia [también, litotripsia] extracorpórea por ondas de choque, LEC (del griego lithos, piedra, y del latín terere, triturar), es una aplicación de la terapia por ondas de choque, no invasiva, que utiliza un pulso acústico para romper cálculos renales (litiasis renal), cálculos biliares (piedras en la vesícula o en el riñón) y cálculos salivales (sialolitos).
[2] Se estima que anualmente en Estados Unidos cerca del 70% de pacientes con cálculos renales, son tratados con el LEC.
El paciente sedado o anestesiado se recuesta sobre una camilla con la piel apoyada sobre un dispositivo con agua, ubicado justo al nivel del cálculo.
El pulso acústico se genera en el punto focal del elipsoide, que se encuentra más alejado del paciente, y el cálculo posicionado en el punto focal opuesto, recibe la onda de choque localizada.
Esto funciona de manera similar a un lente óptico, enfocando la onda en el lugar deseado.
Un stent uretral (dispositivo médico pequeño y tubular) puede ser usado a discreción del urólogo.
Los pacientes que se someten a este procedimiento pueden, en algunos casos, ver el progreso de su tratamiento.
Los estudios médicos científicos que relacionan la litotricia extracorpórea con el aumento del riesgo de padecer diabetes, hipertensión e insuficiencia renal se encuentran bien documentados.