La literatura brasileña, considerando su desarrollo basado en la lengua portuguesa, forma parte del espectro cultural lusófono.
[1] Bastante ligada en un principio a la literatura metropolitana, poco a poco fue ganando independencia, especialmente durante el siglo XIX, con los movimientos románticos y el realista, hasta alcanzar su punto culminante con la Semana de Arte Moderno en 1922, que se caracteriza por la ruptura definitiva con las literaturas de otros países, formando, por lo tanto, desde el Modernismo y sus escuelas las primeras generaciones de escritores realmente independientes.
Surgen en este momento grandes nombres como Manuel Bandeira, Carlos Drummond de Andrade, João Guimarães Rosa, Clarice Lispector y Cecilia Meireles.
Los poetas más importantes de esta época eran Cláudio Manuel da Costa, Tomás António Gonzaga, Alvarenga Peixoto y Manuel Inácio da Silva Alvarenga, todos ellos envueltos en una revuelta contra el poder colonial.
Gonzaga e Costa fueron exiliados hacia África como consecuencia de sus respectivos trabajos.
En el poema "Invocación del Ángel de la Poesía", Gonçalves de Magalhaes dice que va a abandonar las convenciones clásicas (la cultura griega), a favor del sentimiento personal y sentimiento patriótico.
Eran extremadamente nacionalistas, veían a los indios como héroes, exaltaban la naturaleza y la patria con gran sentimentalismo.
También se la conoce como la generación "Byroniana", por estar fuertemente influida por la poesía de Lord Byron y Musset.
Mientras que los autores románticos europeos mostraban su nostalgia por la época medieval, Alencar procuró buscar en la cultura indígena el pasado fiel de la historia brasileña.
La escuela realista brasileña sólo empezará a declinar con la aparición del Parnasianismo, hacia 1890.
Con la introducción de los estilos realista y naturalista en Brasil, la observación ganó un nuevo significado.
Los tres trabajos giran alrededor de varios temas, entre ellos el adulterio, desde una perspectiva crítica e irónica, muy característica del autor.
Su primera etapa consiste en las obras literarias, como la Resurrección, la mano y guante, Helen y Missy García, en caso de notificación características heredadas del Romanticismo, o "convencionales", como prefiere que la crítica moderna.
En vida, alcanzó la fama y cierto prestigio en Brasil, pero no gozó de popularidad en el extranjero.
Hoy en día, sin embargo, es visto, por su innovación y por su audacia en sus primeros trabajos, como el escritor brasileño más prestigioso.
Sus historias, juntamente con algunos ensayos que escribió sobre el pueblo y la geografía del nordeste brasileño, fueron publicados en un grueso volumen, titulado Los Sertones.
Su libro Os Sertões se compone de tres partes, tituladas "La Tierra", "El Hombre" y "La lucha".
Este principio es conocido como determinismo, una forma de pensamiento que influyó profundamente la literatura brasileña de mediados y finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Algunos nuevos movimientos como el Surrealismo ya eran importantes en Europa y comenzaron a introducirse en Brasil durante este período.
La broma fue sucedido por el espíritu de la pesadez, la gravedad del alma, fines y medios.
Esta generación fue grave, teniendo una actitud seria hacia el mundo, por cuyo dolor fue considerado responsable.
Rachel de Queiroz, Jorge Amado, José Lins do Rego, Érico Veríssimo, Graciliano Ramos y otros autores han creado un nuevo estilo, totalmente moderno, totalmente liberado de la lengua tradicional en el que se podría incorporar la verdadera lengua regional, el argot local.
El humor casi bromista Drummond fue influenciado por Mário y Oswald de Andrade.
Sus obras sobre la música sertaneja y sobre los precarios procesos de urbanización en los pequeños centros urbanos determinan, junto con otros escritores, la generación de 1930, la cual, aunque vinculada al modernismo, estaba más asociada a una vertiente regionalista, con temáticas renovadas y espíritu crítico.
En la prosa de ficción, son también dignos de mención Autran Dourado, Murilo Rubião, Josué Montello, Herberto Sales, Otto Lara Resende, Adonias Filho, Lygia Fagundes Telles, Osman Lins, Campos de Carvalho, Fernando Sabino, Antonio Callado, Dalton Trevisan, Carlos Heitor Cony, José J. Veiga, João Antônio, José Cândido de Carvalho, Moacyr Scliar, João Ubaldo Ribeiro, Luiz Vilela, Nélida Piñón, Ariano Suassuna, Pedro Nava, Raduan Nassar, Ignacio de Loyola Brandão, João Gilberto Noll, Cristóvão Tezza, Antônio Torres, Zulmira Ribeiro Tavares, Milton Hatoum, Ana Miranda, Bernardo Carvalho, Luiz Ruffato y Stefano Volp.