[2][3] La narrativa LGBT tuvo su más temprana representación en el relato «La espera» (1953), de Hilma Contreras, donde indaga en la homosexualidad femenina.
[1] Varios otros autores dominicanos de la segunda mitad siglo XX exploraron la diversidad sexual en sus obras, aunque muchos lo hicieron desde una perspectiva heterosexista.
[2][5][20] En el poema, que debido a su carácter narrativo es a veces caracterizado como un cuento o una novela corta, la voz poética masculina narra su amor por un marinero llamado Biel, con quien empieza una relación definida por el agua y quien es descrito como fuerte y semisalvaje.
[1][22] Dos años después, la poeta Aída Cartagena Portalatín publicó el libro Una mujer está sola, que aunque culmina en una búsqueda final de un hombre, en un principio profundiza en "la figura femenina del mar y refleja una búsqueda del erotismo platónico.
[1] Durante la segunda mitad del siglo XX, algunos autores exploraron temáticas LGBT en su obra, aunque muchos lo hicieron desde una perspectiva heterosexista, entre ellos Manuel Mora Serrano,[4] quien en 1979 obtuvo el Premio Siboney con su novela Goeíza.
[27][5] Rueda, por su lado, publicó en 1975 el poemario Con el tambor de las Islas, en el que muestra su admiración por el poeta LGBT estadounidense Allen Ginsberg.
[29] En 1999, Efraim Castillo incluyó varios personajes de sexualidad diversa en su novela El personero,[9] mientras que Pedro Antonio Valdez publicó Bachata del ágel caído, su primera novela, en la que incluyó el personaje de «el Mecedora», un hombre homosexual que es violado por un personaje conocido como «El Machote», en una escena narrada en los siguientes términos:[10] Los primeros años del siglo XXI vieron un incremento en las representaciones de temáticas LGBT en la literatura dominicana.
[4][34] Dos años después,[35] la académica Jacqueline Jimenez Polanco publicó el libro Divagaciones bajo la Luna, una antología centrada en la literatura lésbica dominicana que también fue la primera de su tipo.
[17][37] Del lado de la poesía se pueden mencionar obras como Lo que escribí mientras esperabas en una habitación vacía (2022), escrita por Frank García y donde aborda la homosexualidad en el entorno dominicano.