Lisardo Doval Bravo

Nunca se pudo saber por una investigación policial y judicial fiables el origen ni autor de los disparos.El capitán Doval ordenó una carga de caballería contra los manifestantes y más tarde autorizó que se apaleara a los huelguistas para que denunciaran a sus cabecillas.Enterado de las intenciones del Ayuntamiento, Doval escribió una larga carta exculpatoria que publicaron los diarios El Comercio y La Prensa.Al día siguiente aparecieron en el diario El Noroeste varias cartas al director de abogados y de personas detenidas por Doval en las que denunciaban las torturas y los malos tratos a los que habían sido sometidos o habían tenido conocimiento.Uno de los casos denunciados fue el siguiente:[2]​ -¿Dónde vio usted a uno que se llama Hermógenes?Nada más acabar la Revolución de Asturias fue nombrado el 1 de noviembre de 1934 delegado especial para el orden público en Asturias y León por recomendación expresa del general Franco que había dirigido desde Madrid las operaciones militares que pusieron fin a la "comuna obrera" asturiana.Su actuación quedó al margen de cualquier control judicial ya que el radical Diego Hidalgo, Ministro de la Guerra en el gobierno de coalición radical-cedista presidido por Alejandro Lerroux, le entregó un documento para «que con la necesaria autonomía y especial jurisdicción pudiera realizar su cometido ya que sin este requisito todos los imponderables de carácter jerárquico, burocrático jurisdiccional, etc., hubieran sido dificultades y obstáculos».[9]​ Al conocerse la noticia milicias falangistas integradas por seguidores de Onésimo Redondo dispuestos a vengar su muerte, apoyadas por una unidad militar al mando del comandante Doval, se dirigió a Salamanca donde llevó a cabo la represión de los izquierdistas que ya habían sido detenidos.