Lili Massaferro
Formaba un trío de amigas inseparables con Julia Constenla y con Pirí Lugones (la nieta del poeta y la hija del torturador, como a ella misma ―cínica pero con precisión― le encantaba presentarse) que sería asesinada en 1978.En su círculo de amistades masculinas y «pretendientes» estuvieron Bobby Aizemberg, Héctor Álvarez Murena, Fernando Birri, Adolfo Bioy Casares,[6] Jorge Luis Borges, Miguel Brascó, Carlos Burone, Leopoldo Torre Nilsson y Oski, entre otros.Habiendo sido secuestrada y presa, recuperó la libertad gracias a la amnistía presidencial de Héctor José Cámpora.[1] En 1974 fue invitada por el general Omar Torrijos a conocer Panamá y el proceso revolucionario panameño.En 1977 participó en la publicación del libro Argentina: Proceso al Genocidio, junto con Eduardo Luis Duhalde, Rodolfo Mattarollo y Gustavo Roca.Era atendida por el médico Juan Pablo Argumedo ―hijo de la política rosarina Alcira Argumedo―, un joven que tenía la misma edad que su hijo Manolo al ser asesinado, quien la trajo de la muerte varias veces.