La misma política favoreció otras incorporaciones, hasta que prácticamente todo el Peloponeso formó parte de la alianza.
Solo la propia Esparta tenía derecho a convocar un encuentro de la Liga.
No se trataba, por tanto, de una alianza en sentido estricto, como tampoco incluyó nunca la totalidad del Peloponeso.
Al acabar las guerras contra los persas, Esparta abandonó la Liga Helénica y constituyó de nuevo la del Peloponeso, junto con los aliados originales.
Miembros originales (antes de c.504 a. C.) Esparta, Tegea[1], Corinto[2], Sición, Epidauro, Fliunte, Halias, Megara, Egina, Trecén, Hermione, Elis, Mantinea y Orcómeno.