Licence to Kill

Licencia para matar (en inglés Licence to Kill) es una película británica de 1989, decimosexta entrega correspondiente a la saga de James Bond dirigida por John Glen, producida por Albert R. Broccoli y segunda y última protagonizada por Timothy Dalton.

Originalmente titulada Licence Revoked (Licencia revocada) en consonancia con la trama, el nombre fue cambiado durante la posproducción.

Finalmente, como aún estaba esperando en la Iglesia la novia de Leiter, este último y Bond llegan en paracaídas a la boda.

Pero un Bond resentido y con deseo de venganza comienza junto con su compañero Sharkey a investigar lo que sucedió.

Posteriormente en la noche ahí en plena lucha contra varios vigilantes y luego contra Killifer, el oficial traidor que fue sobornado, y con ayuda de Sharkey, Bond lo cuelga de la misma pecera donde arrojaron a Felix y este muere devorado por un tiburón, arrojándole a la vez el dinero con el que fue sobornado.

Bond simula entregarse pero termina escapando con su arma; y M sin remordimientos, lo deja ir en paz.

Asustada y angustiada, Moneypenny llama a Q (Desmond Llewelyn) para pedirle ayuda.

Al volver al hotel, Bond recibe la inesperada visita de Q, quien viene a ayudarle en su venganza, proporcionándole armas; despertador bomba, explosivo plástico ciclonita escondido en dentífrico, cámara láser, detonador escondido en cajetilla de cigarrillos y una cámara rifle.

Al preparar su ataque contra el NarcoZar usando la ciclonita, el detonador (para destruir la ventana blindada de su oficina) y la cámara rifle, agentes del servicio secreto japonés liderados por Kwang (Cary-Hiroyuki Tagawa) (que se había infiltrado como narcotraficante chino) y Fallon (Christopher Neame), corrupto agente británico que tenía que traer a Bond de vuelta a Londres, atacan a James y lo raptan en una bodega, pero allí es rescatado por Sánchez y su jefe de seguridad el Coronel Heller (Don Stroud), Sánchez lo lleva a su lujosa mansión y le da hospedaje.

Este sin querer oír razones, se dispone a matarla, ya que el la vio con Heller y otros maleantes en la oficina.

Sánchez escapa en un coche junto a dos camiones cisterna que transportaban combustible con cocaína camuflada en el mismo.

Una vez terminado todo, Bond habla con Felix por teléfono, quien se encontraba recuperado luego de aquella tragedia.

Lupe está muy agradecida con James, mientras ella besaba a Bond en la fiesta, Pam se retira muy decepcionada y triste.

[4]​ En un principio el filme se titularía Licencia Revocada pero en un último cambio se decidió llamarla Licencia para matar, mientras que la fotografía submarina de esta película corrió a cargo del cineasta y buceador mexicano Ramón Bravo.