En España, es conocida como libreta el pan candeal de una libra, forma plana y redonda.[2] El pan candeal es de miga dura, también dicho bregado, sobado o refinado, en oposición al pan de miga blanda o pan de flama, que no necesita un refinado por cilindros.[4] La libreta ya no necesariamente pesa una libra, y por ejemplo en la normativa legal sobre la denominación de origen para el pan de Cruz se expresa que la libreta ciudarrealeña «pesa entre 310 y 410 g».[5] A principios y mediados del siglo XX, la libreta fue un formato de referencia para medir los precios del pan, igual que el chusco militar.[6] Según el periodista Pedro Montoliú, en su libro Madrid en la Posguerra, « [en 1939] la libreta de pan valía en la panadería 35 céntimos de peseta y la barra 10 céntimos, pero podías ir a la fábrica y pedir dos panecillos ciegos, que eran dos panecillos largos que estaban mal hechos, por 15 céntimos ».