Librería de Ávila

En 1785, el farmacéutico Francisco Salvio Marull abrió en la esquina de las calles Potosí y Santísima Trinidad (hoy Adolfo Alsina y Bolívar) la tienda La Botica, primer local donde se vendieron libros en Buenos Aires, según muchos historiadores.

Los datos más concretos arrancan de 1830, año decisivo en el devenir político del país.

Entonces se hallaba al frente de la librería el ciudadano germano Gustavo Halbach, llegado poco antes a Buenos Aires.

Allí se daban cita casi diaria Alberto Larroque y Alejo Peyret, ya vueltos de su magisterio en Concepción del Uruguay, quienes alternaban con Amadeo Jacques y Alfredo Cosson, profesores del vecino colegio.

Es probable que este último, muy allegado a Morta, haya influido sobre él para iniciarlo como editor.

A principios del siglo, Eduardo J. Cabaut, Trajano Brea y Miguel García Fernández se hicieron cargo de la casa.

La nueva firma, Cabaut y Cía, dirigió sus esfuerzos hacia el propósito fundamental de colaborar con la escuela pública.

Librería del Colegio.