Liberal-libertario

Liberal-libertario (en francés: Libéral-libertaire) es un término que fue propuesto en 1972[1]​ por el filósofo y sociólogo marxista Michel Clouscard en su libro titulado Néofascisme et idéologie du désir[2]​ (en español: Neofascismo e ideología del deseo / génesis del liberalismo libertario).

[9]​ El escritor Alain Soral también hizo suya esta crítica de Michel Clouscard, lo que quedó plasmado en su libro Jusqu’où va-t-on descendre?

[19]​ Este autor se propone pues sintetizar una descripción económica, política, antropológica, y social, que permita comprender los últimos desarrollos de las lógicas del mercado.

[22]​ Clouscard muestra cómo el progreso tecnológico del siglo XX ha generado un importante salto cualitativo en cuanto a nuevas mercaderías producidas y ofertadas, gracias al perfeccionamiento de la producción en serie así como al desarrollo de un «consumismo en masa».

Obligarse a predicar una moral respetuosa del mérito en la actuación personal y de la aplicación y honradez en el trabajo, en cierto momento tuvo por función legitimar una vida de sacrificios afín a los intereses del poder dominante, pero en algún sentido ello se volvió contradictorio con la necesidad de distribuir y despachar todas las nuevas mercancías que podían ser absorbidas por las clientelas solventes.

La moral rigorista no fue rechazada en el decurso de la historia humana antes de que se crearan las condiciones para que ello aconteciera... pero conviene tener en cuenta que el «surgimiento» del enfoque libertario se produjo en un contexto socio-político en el cual se tenía claro y operaba la división en clases sociales, o sea, en un contexto donde importaba y operaba la diferenciación entre grupos humanos según su poder económico, y/o según su nivel cultural, y/o según su capacitación laboral, y/o según otras características.

El liberalismo libertario pretende presentarse como una nueva izquierda antitotalitaria y democrática, que no tiene reticencias en criticar al marxismo-leninismo del cual en realidad emergió.

Este movimiento sin duda facilitó la evolución y la apertura de muchos países en el mundo que siguió a las grandes guerras del siglo XX.