La liberación miofascial es una forma de terapia alternativa no respaldada por evidencia científica[1] cuyos practicantes afirman es útil para tratar la inmovilidad y el dolor de los músculos esqueléticos al relajar los músculos contraídos, mejorar la circulación sanguínea y linfática y estimular el reflejo de estiramiento en los músculos.
Ward, junto con el fisioterapeuta John Barnes, son considerados los dos fundadores principales de la liberación miofascial.
La práctica osteopática sostiene que este tejido blando puede restringirse debido a una enfermedad psicógena, uso excesivo, trauma, agentes infecciosos o inactividad, lo que a menudo resulta en dolor, tensión muscular y disminución del flujo sanguíneo correspondiente.
El terapeuta utiliza sus dedos, nudillos, codos u otras herramientas para estirar la fascia restringida de manera lenta con fuerza constante hasta que la "liberación" se produce.
Ida Rolf desarrollo la integración estructural en 1950, un sistema holístico de manipulación basado en el yoga, la osteopatía.
Además, la ASA determinó que el anuncio infringía las reglas de publicidad al introducir el riesgo de que los lectores fueran inducidos a no buscar otros tratamientos médicos esenciales.
Sin embargo, el momento y la duración óptimos de su uso requieren más estudios.