[3] Sin embargo, el concepto de los puntos gatillo proporciona un marco que puede ser utilizado para ayudar a manejar el dolor musculoesquelético.
Los puntos gatillo generan una entidad clínica patológica llamada síndrome de dolor miofascial (SDM).
Esto provoca una crisis energética localizada que se asocia a arcos reflejos sensoriales y autónomos mantenidos por mecanismos de sensibilización.
Estos son dolor muscoloesquético local y referido, en ocasiones síntomas vegetativos como lagrimeo o coriza, también rigidez, debilidad muscular, espasmo muscular, a veces alteraciones propioceptivas como mareo, así como restricción de la movilidad para un determinado segmento corporal en el que actúa la musculatura afectada.
El punto gatillo se deshace debido al efecto mecánico de la aguja y otros procesos aún no bien conocidos.