Durante la administración de las provincias en cuestión, el gobierno chileno desarrolló una política denominada chilenización, esto conllevó la creación de las ligas patrióticas que en algunos casos formaron grupos paramilitares que agredían, hostilizaban y perseguían compulsivamente a la población peruana.
Los oficiales chilenos acusaron al ejército peruano de instigar a los campesinos indígenas para asesinar a los carabineros chilenos y otorgar armas y municiones para tal fin; en aquel momento el ejército peruano trabajaba en la comisión de límites para establecer los alcances del plebiscito que se tendría que realizar.
[2] Fue el historiador peruano Jorge Basadre Grohmann quien viaja hacia Tarata y recoge los testimonios de los pobladores aymaras refugiados en esa provincia.
Posteriormente, al morir Zurita, los pobladores cortaron su órgano genital, lo mutilaron y quemaron dentro del cuartel.
En total fueron más de 150 pobladores quienes abandonaron la zona hacia Tarata.