Una lettre de cachet era, durante el Antiguo Régimen en Francia, una carta que servía para transmitir una orden del rey.
A partir del siglo XVIII, el sentido de la expresión se especializa.
La carta tiene origen en la justicia retenida por el rey: cortocircuita el sistema judicial ordinario.
En efecto, las personas que reciben estas cartas no son juzgadas, sino que van directamente a una prisión estatal (Bastilla, fortaleza de Vincennes) o manicomio.
Esa intervención está dedicada teóricamente para pequeños delitos, excluyendo crímenes.