Su padre fue su principal maestro en el arte de la música, aprendiendo con tal rapidez y habilidad que a los 6 años dejó asombrado al rey Luis XIV y a la corte cuando interpretó ante ellos con la viola de gamba.
La separación de sus padres en 1710 cuando contaba solamente 11 años le afectó profundamente, pues su padre se desentendió económicamente de la familia y además se vengó cruelmente en su hijo consiguiendo que fuera encerrado brevemente en prisión en 1719 y expulsado durante dos meses de Francia en 1725.
Gracias a los esfuerzos de uno de sus alumnos, Le Monflabert, pudo regresar totalmente exculpado al país.
En 1742 fue nombrado musicien ordinaire de la Chambre du Roi cargo en el que permaneció hasta su retirada.
Entre sus discípulos más conocidos se encuentra la hija de Luis XV: Ana Enriqueta de Francia.