Un día, falta al colegio junto con su amigo René: allí verá lo buena que es la vida fuera de la escuela, así como cruda y real -tras encontrar a su madre con un amante-.
El título se refiere a una expresión francesa (faire les quatre cents coups), cuya traducción podría ser "hacer las mil y una", que se refiere a todas las trasgresiones del personaje en la película, aunque también juega con el significado estricto de la expresión, es decir, con la enorme cantidad de golpes que la vida propina al protagonista.
Truffaut dedicó la película al hombre que se convirtió en su padre espiritual, André Bazin, que murió justo cuando la película estaba a punto de comenzar a rodarse.
[9] Cineastas como Akira Kurosawa, Luis Buñuel, Woody Allen, Satyajit Ray, Jean Cocteau, Carl Theodor Dreyer, Richard Lester y Norman Jewison dijeron que Los 400 golpes era una de sus películas favoritas.
[18][19] Según Jean-Pierre Mocky, el travelling al final de la película que muestra corriendo a Antoine Doinel está inspirado en Rashōmon, de Akira Kurosawa, que había visto con François Truffaut y Claude Chabrol en el cine y que les había marcado fuertemente.