Leopoldo Alas Mínguez
Se le suele incluir en la generación de los ochenta o postnovísimos.Licenciado en filología italiana, cultivó prácticamente todos los géneros literarios.Desde 1986 colaboró como articulista en diferentes revistas y periódicos, llegando a ser considerado por algunos críticos como uno de los principales autores de la literatura gay española[1] y defensor del colectivo.[4] Desde 2007 se celebra el Certamen Internacional Leopoldo Alas Mínguez para obras teatrales de temática LGTBIQ+, una iniciativa organizada por la Fundación SGAE[5] y la Asociación Cultural Visible para "estimular y normalizar la presencia del colectivo LGTBIQ+ en la creación teatral contemporánea en lengua española".Han sido ganadores: De hombre a hombre (Mariano Moro, 2007);[7] Levante (Carmen Losa, 2008);[8] La playa de los perros destrozados (Nacho de Diego, 2009); Clift (Acantilado) (Alberto Conejero, 2010); Beca y Eva dicen que se quieren (Juan Luis Mira, 2011);[9] El año que se rompió mi corazón (Iñigo Guardamino, 2012);[10] Eudy (Itziar Pascual, 2013); La tarde muerta (Alberto de Casso, 2014); Alimento para mastines (Javier Sahuquillo, 2015); El océano contra las rocas (Sergio Martínez Vila, 2016); El suelo que sostiene a Hande (Paco Gámez, 2017); Eloy y el mañana (Iñigo Guardamino, 2018); La armonía de las esferas (Marcos Gisbert, 2019);[11] Afuera están los perros (Javier Suárez Lema, 2020);[12], Una canción italiana (Javier de Dios, 2021);[13], Vagos y maleantes (Juan Carlos Mestre y Celia Morán, 2022)[14], y El dulce lamentar de dos pastores (égloga trashumante) (Sergio Adillo Rufo) [15].