Más tarde compuso canciones protesta en valenciano, castellano y gallego, al tiempo que desarrolló su carrera como pintor, recibiendo en 1976 la Medalla al Mérito Artístico del Ministerio de Información y Turismo.
Continuó su carrera artística en la discoteca barcelonesa Don Chufo cuyo propietario, figura importante del sector de los espectáculos barcelonés y representante de Pedro Ruiz, contribuyó a promocionar su carrera.
Intervino en Un, dos, tres..., cuyas históricas audiencias convirtieron a Borrajo en un artista muy popular.
[5][6] En 2003 se convirtió en empresario teatral, junto al productor Alberto Blasco, con la gestión del teatro Amaya de Madrid.
[2] En 2011 se inauguró el Museo y Fundación Moncho Borrajo en su localidad natal.