Leonor de Castilla (princesa de Asturias)

En aquellos momentos únicamente se encontraban en la ciudad siete dignatarios para prestar el juramento que el rey solicitaba: cinco grandes del reino y dos obispos.[2]​ Poco después, Juan II llamó a Cortes a los procuradores de doce ciudades (Burgos, Toledo, León, Sevilla, Córdoba, Murcia, Jaén, Zamora, Segovia, Ávila, Salamanca y Cuenca) y partió hacia Valladolid, donde también debían dirigirse la reina y su hija Leonor.La reina estaba embarazada, por lo que la confirmación de Leonor como princesa se alargó con la esperanza de que el nuevo infante fuera un varón.Muy al contrario, el rey ordenó que las ciudades enviasen nuevos poderes a sus procuradores para poder jurar al pequeño infante como príncipe de Asturias, una vez pasara el invierno.En abril, las Cortes se reunieron en Valladolid y prestaron juramento a Enrique.