Al final del período romano, el latín fue desplazado en muchos emplazamientos por el anglosajón antiguo en la mayor parte de Inglaterra durante los siglos V y VI.[8] Sin embargo, en Gran Bretaña, tras finalizar la ocupación romana a principios del siglo V, el latín fue perdiendo terreno como lengua de uso cotidiano frente al anglosajón y el britónico común.[12] Es necesario, por tanto, acudir a fuentes indirectas como "errores" en textos escritos e inscripciones regionales.Son muy interesantes las inscripciones de particulares hechas por gente ordinaria, como epitafios y ofrendas votivas, así como tablillas metálicas usadas para invocaciones mágicas.[15] Jackson se basó en los préstamos latinos presentes en las lenguas celtas británicas,[16] lo que le permitió extraer ciertas conclusiones.
Britannia al final del período romano, donde se muestra el área romano-británica en las tierras bajas.
Una inscripción en latín británico de finales del VI siglo fue hallada en el país de Gales en 1895.
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Según Thomas Charles-Edwards es una "evidencia decisiva" de como este latín vulgar era hablado en ese siglo.
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