El tren de aterrizaje triciclo se alojaba enteramente en el fuselaje (casi todos los aviones a reacción Lavochkin tenían una disposición similar del tren de aterrizaje) cuando se retraía, permitiendo que el ala fuera construida más delgada y ligera.
Las alas en flecha se estrechaban muy poco (cuerda casi constante), con alerones/flaps de media envergadura y dos canalizadores alares a cada lado.
Aunque diseñado como un caza, el Avión 160 fue destinado a la investigación del vuelo con alas en flecha a alta velocidad, del que se sabía poco a mitad de los años 40 (anteriormente, solo el avión ligero de motor de pistones MiG-8 con canard, de 1945, había usado una moderada ala en flecha).
Siguiendo estrechamente la disposición de sus prototipos previos de cazas a reacción, Lavochkin fue capaz de producir una aeronave que proporcionaba útiles datos y experiencia del vuelo a una alta velocidad cercana a la del sonido.
Las pruebas continuaron hasta que el Avión 160 se rompió en vuelo, debido al flameo alar, durante las pruebas de establecimiento de la máxima velocidad alcanzable.